Ayer, mi paciente Pedro de España, ante la idea de que era mejor estar solo porque es una manera de no sufrir hago el siguiente comentario: se puede vivir sin sufrir pero al mismo tiempo, esto a veces conlleva también la anulación de otras emociones intensas. Vivir en esa franja intermedia en donde uno está atravesando la vida casi como sin vivirla…
Continúa su discurso: “en los últimos momentos de mi vida se verá si tenía razón en elegir a los 30 años vivir de esta manera”
Le pregunté si podía utilizar ese pensamiento para intentar transmitir y ayudar así a otros.
Se ve la diferencia entre hacerse responsable de lo que a uno le pasa, elegir como uno quiere vivir, o transitar cada día de manera pasiva como una hoja llevada por el viento.